¿Cuándo fue que empezé a depender de tu voz?
¿Cuándo fue que te di la llave de mis piernas, mente y corazón?
¿Cuándo fue que te cedí los derechos de autor de mi risa?
¿Y cómo fue que olvidé hasta mi nombre cuando me demostrabas que eras bien hombre?
No hay comentarios:
Publicar un comentario