septiembre 18, 2008

Extraño el verano!!


Ya estamos a Septiembre, siete meses desde lo que se puede llamar "Verano" (sí, con vacaciones y todo), y todavía falta para el próximo. Ya no lo aguanto más, y encima después de que las clases en Capital siguen hasta el 12/12..
No soy una fanática del sol y el calor, pero esa época del año sin preocupaciones, en la que no pensas "Hará frio? Me pongo el sueter y el buzo solos? O el tapado también?". Es algo que hay que enfrentar, si bien el calor excesivo nos pone zarpadamente histericos/asquerosos/molestos, el sentirnos como cebollitas al llegar a un lugar con calefacción también.
Díganme quién no extraña andar de noche con remera, bermuda y ojotas? Hacer un asado y poner la música veraniega a todo volumen? Salir a la calle y ver a todos en la vereda jodiendo? Pasarte el día metido en la pile y salir arrugado como pasa de uva? Quién no extraña la satisfacción de bañarte en un día caluroso? O ir a un parque a pasear con el perro y sentarse a la sombrita un ratito? O jugar con bombuchas y como gran hdp llenarlas mitad agua y mitad aire? O como no extrañar ese bronceado, que en algunos empieza por andar coloradisimo todo el día, que solo el Sol del verano nos proporciona. O esos helados de palito con amigos, que más vale los comas rápido, porque o se te derrite toooodo, o te lo come algún amigo!

Los recuerdos de la pirotecnia que uno tiraba con su familia y amigos en Navidad o Año Nuevo, o simplemente tiraba, pero que lo hacía en verano! Jaja, tantas cosas para recordar de una época que si bien se repite al principio de cada año, siempre la extrañas de tal manera.
No viviría toda mi vida en la estación verano porque no es mi favorita. No es el clima lo que me fascina de esta época del año, son las cosas que pasan en ella, las cosas que te permite hacer, y sobre todo el hecho que está asociada con que no hay colegio ni obligaciones, que son VACACIONES!!

Papá y Mamá.


Nací un 23 de Abril de 1993 en Lanús.
Y tuve y tengo la suerte de que mis viejos son los mejores, gracias a ellos puedo hacer muchas cosas y no hacer muchas otras. Les debo todo.
Papá, tiene 56 años, profe de Historia en escuelas que están en zonas como, Camino Negro, Monte Chingolo, Caraza y zonas aledañas. Gracias a él se muchísimas cosas, me pasó un amor por el aprendizaje y una curiosidad inmensa. Y si pensamos que soy la hija menor de tres (Soledad 29 años, Gerónimo 18), la relación con mi viejo, no es de pegote, pero me encanta pasar tiempo con él.
Y Mamá tiene 54, maestra de sordos e hipoacúsicos en la escuela 503 de Lanús. Es mi ídola. Puede sonar idiota, pero cuando sea madre quiero ser como ella (con algunos cambios, pero la idea general de maternidad es lo que cuenta! jaja). Siempre una confidente, pero ella sabe que es mi mamá, y no mi amiga, y agradezco eso.
Lo que más me enorgullece de ellos, es que siempre tuve la libertad que necesitaba, pero los límites nunca me faltaron, tanto, que aprendí a ponermelos yo misma. La responsabilidad, el respeto, el trabajo duro, la constancia, el tomarse las cosas enserio, el compromiso, el cuestionar las cosas impuestas, la amabilidad, el sentimiendo de luchar por lo que quiero y lo que me merezco, el apoyo brindado, los límites, las libertades, el amor, el cariño, las risas, el aguante, la vida. Algunas de las cosas que me brindan y que me han enseñado y por las que les estoy eternamente agradecida.
Los amo viejos.